miércoles, 2 de mayo de 2018

Dos

Ya apenas me queda un minuto ni para mirarme los pelos, cuanto menos para mantener decentemente esto llamado blog...

Las horas pasan durante el día que ni me entero, bueno si, sobre todo cuando toca ir a recoger al niño al colegio o hay que comer. Entonces si que miro el reloj para que no se me eche encima el tiempo, el resto del día, pasa sin dejarme mucho rato para mi. Y es que esto de tener hijos es cuanto menos digno de ser explicado con un master, un curso extenso y una salida de final de curso, porque puf!. Cuando no los tienes escuchas a las madres que si, quejarse de no tener tiempo para ellas mismas e incluso, que se abandonan y dejar de ser X para ser la "mamá de". Yo escuchaba pensando ilusa de mi "a mi no me va a pasar" JA! y ¡una m... para mi!.

Gestar un hijo es un proceso muy hermoso pues dentro de ti notas crecer por meses una vida, que depende totalmente de ti. Más cuando salen de ti, siguen creciendo pero a costa de que tu dejes de crecer; me explico.
Si una mujer quiere ser madre, a no ser que tenga un puesto de trabajo bastante alto y bien remunerado, en el que se la valore y mucho, la mayoría de veces debe cesar su carrera laboral, para poderse dedicar a criar a sus hijos. Más si te debes a un trabajo en el que a los 4 meses te has de reincorporar a él porque sino peligra, eres madre con el plus extra de la presión laboral (como si lo primero no llevase presión, lo sé). Ser madre implica sacrificio quieras o no en menor o mayor grado, pero sacrificio. Ser padre no, ellos se implican en menor o mayor medida pero en la gran parte de los casos, el peso de la crianza de los hijos recae en la mujer. Ya sea por convicción, por afinidad o porque no te queda otra, es así. Y eso JODE.

Yo sacrifiqué mi vida laboral por ser madre y ya nunca volvió a ser la misma, ni yo lo soy, la verdad.
Todo te empuja a tener que serlo y nada te enseña lo bueno y malo que conlleva una decisión tan seria como es esa.

A mi no me gustaban los niños, es más, los aborrecía terriblemente y prefería una manada de perros a un grupo de niños . Pero un día la maternidad llama a tu puerta y ¡estas jodida¡! porque no deja de venir hasta que le abres la puerta a tu vida para que entre y se instale para siempre, poniéndola del revés una y mil veces.Habría que pasar un tipo de cursillos o algo para ver si estas capacitado para traer una vida o no, donde e hicieran prácticas y darte cuenta de lo que estas a punto de hacer.

Yo con niños....ni en mis sueños me imaginaba con 40 y no con uno no,con 2 (niño y niña) pues el primero me dejó el recuerdo bucólico del embarazo y el deseo desesperante de repetir maternidad.

"Haber pedido un perro pensará más de uno" o "haber estado con la lujuria bajo llave" o mejor aún "nadie te obligó a tenerlos, vinieron porque quisisteis" vale SI a todo ,pero cuando te metes en el baile y se te enredan las manos con los pies hasta casi hacerte caer, no es fácil de llevar señores. Y eso me pasa a mi, que estoy bailado en esto de la maternidad más enredada que un bucle sin fin en el que me empuja hacia arriba o me hunde, hacia abajo...

Tengo dos pequeños terroristas que se quieren mucho pero que también se llegan a putear lo que no esta escrito, dos pequeños que han puesto en entredicho muchas cosas en las que me aferraba o creía y que son capaces de sacar tanto lo mejor de mi, como lo peor. Son muy guapos eso si y la mar de angelicales puertas afuera, pero cuando entran en confianza, son capaces de desesperar al más tranquilo.

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